Paisaje Loa: sobre huellas en las rocas y otras cosas que pueden danzar es una instalación escénica inmersiva que propone una experiencia sensorial y performativa en torno al arte rupestre del Loa medio y sus paisajes. La obra cruza investigación artística, arqueología, movimiento y tecnología para poner en valor, desde una perspectiva situada y corporal, los grabados y pictografías presentes en el cañón del río Loa, en pleno Desierto de Atacama.
La propuesta es dirigida e interpretada por Georgia del Campo, bailarina, docente e investigadora escénica y surge como una respuesta creativa a su experiencia en el proyecto Ciencia y Arte. A lo largo de dos años de trabajo en terreno, la artista e investigadora ha indagado en nuevas formas de abordar el arte rupestre desde el cuerpo, el paisaje y la sensibilidad situada.


Registros de Georgia del Campo en terreno realizados por Ciencia y Arte en el Loa medio y Alto Loa durante los años 2023 y 2024. Fotografías Sebastián Riffo Valdebenito.






Alianzas creativas y primeras exploraciones en terreno
Paisaje Loa: sobre huellas en las rocas y otras cosas que pueden danzar es posible gracias al financiamiento del Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, convocatoria 2025. Cuenta con el patrocinio de Ciencia y Arte y alianzas de colaboración con instituciones como la Comunidad Atacameña San Francisco de Chiu Chiu, el Instituto de Sistemas Complejos de Valparaíso y el Centro de Creación y Residencia Nave. La propuesta escénica será desarrollada y producida a lo largo de 2025 mediante un proceso de residencias de creación en Chiu Chiu, Valparaíso, y Santiago. La obra se estrenará durante el mes de Octubre en la Sala Agustín Siré de Santiago, en el marco del Foro de las Artes 2025. Tendrá exhibiciones durante enero del 2026 en el Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama, en Calama y una función especial para la comunidad de Chiu Chiu en la sede de la Comunidad Atacameña.
Entre el 10 y el 16 de julio se desarrollo la primera residencia para la creación de la obra, enfocando este primer viaje en recopilación de material audiovisual. El registro en video de Georgia del Campo, en diversas interacciones con el paisaje, estuvo a cargo de Sebastian Riffo Valdebenito, artista visual y director adjunto de Ciencia y Arte.




Un universo colectivo e interdisciplinario
En la propuesta escénica de Paisaje Loa, el cuerpo dialoga con recursos como el video mapping, la composición y diseño sonoro cuadrafónico, elementos escenográficos móviles y la activación de sentidos más allá de lo visual: aromas, texturas, desplazamientos del público en el espacio. Planteándose como un entorno que se habita, en donde el público es parte de ella: el paisaje se mueve, danza, suena y vibra. En esta línea, durante esta primera residencia en Chiu Chiu se realizaron pruebas y exploraciones con proyección de las imágenes a cargo de la artista de nuevos medios e investigadora de Ciencia y Arte, Almendra Díaz, en diálogo con el desarrollo del trabajo escenográfico a cargo de la diseñadora Katiuska Valenzuela.


Para realizar estas tomas el equipo se traslado a diferentes zonas del Loa Medio con la idea de capturar elementos de paisaje del Loa, el que si bien es principalmente un imponente desierto, también alberga una impresionante vegetación, un gran río y sus afluentes, fauna local, montañas, volcanes y arte milenario en las rocas.
El equipo de Paisaje Loa está conformado por artistas e investigadores que dan forma a esta instalación escénica desde múltiples disciplinas: Georgia del Campo en la interpretación y dirección coreográfica, José Miguel Candela en la composición musical y diseño sonoro, Sebastián Riffo Valdebenito y Simón Catalán en las artes visuales, Almendra Díaz en video mapping, Katiuska Valenzuela en diseño integral, Marcela Sepúlveda y Helena Horta como asesoras arqueológicas, Milena Grass en la asesoría teórica y metodológica, Naomi Orellana en prensa y comunicaciones, y Heny Roig en la producción general.
Paisaje Loa busca desarrollar una propuesta desde el movimiento para releer el arte rupestre y el paisaje en que este se inserta como un archivo vivo, reconociendo en sus gestos y ritmos una posibilidad de reactivación corporal. A través de metodologías performativas, somáticas y experimentales. Paisaje Loa: sobre huellas en las rocas y otras cosas que pueden danzar explora una arqueología encarnada, en la que el cuerpo actúa como lugar de cruce entre historia, territorio y memoria y nos invita a imaginar, desde el arte, nuevas formas de habitar el pasado.

Fotografías: Sebastián Riffo Valdebenito