¿Y si nos pudiéramos meter en la piel de alguien más?
Fenómenos y realidad
La percepción es un todo complejo y subjetivo,
reúne todas nuestras experiencias pasadas para interpretar la realidad
a través de nuestros sentidos,
y construir nuestro mundo.
Cuando se trata de indagar en preguntas asociadas
a la organización constructiva de las sensaciones, entra la transdisciplina:
«La transdisciplinariedad es un esquema cognitivo que permite
‘atravesar´ las disciplinas»
(Morin en Peñuela Velázquez, 2005).
Atravesar teorías, métodos y cognición.
Ante el estudio de un fenómeno,
alejarse de la defensa de disciplinas puras
en la búsqueda de transformación y diálogo,
nos arroja a una frontera que puede ser incómoda,
es indagar en lo desconocido;
y lo desconocido es muy difícil de atravesar en soledad.
En la adversidad hay que pedir ayuda.
Permitir que las preguntas que se construyen en la incertidumbre
provoquen un enjambre de redes rizomáticas que se conecten entre sí.
Son flujos que se retroalimentan sin principio ni fin,
apostando por el riesgo que genera crear nuevos conocimientos.
Ante objetos de estudio complejos
se requieren puntos de vista yuxtapuestos,
mezclados, misceláneos.
Contaminados.
En ese sentido, poco importa la pugna jerárquica
entre teoría y práctica cuando los proyectos están simplemente vivos,
como es el caso en Ciencia y Arte.
Las inertes rocas del Norte de Chile se oponen al tiempo,
lo detienen,
permaneciendo más que la vida humana.
.
A través de una caminata aún se pueden apreciar herramientas de tallado.
Al habitar el espacio con conciencia de nuestro cuerpo,
aún podemos identificar cómo las piedras están posicionadas para generar altillos, andamios y atriles.
Una punta de lanza se vuelve sencilla de hacer cuando la roca señala, a través de su sonido,
donde ejercer la presión necesaria para romperla.
La transdisciplina viene a levantar esas capas y a destacar las diferencias de lecturas sobre acontecimientos, develando que ciencia y arte sí interactúan en pos de generar conocimientos, es más, se necesitan mutuamente frente preguntas de una data tan anterior.
Y entiendo la transdisciplina como la práctica que borra los límites disciplinares,
que para estudiar arte rupestre es necesario leer el dibujo mismo
a través de su conformación arqueológica,
de la roca, de sus pigmentos
pero también desde el análisis estético de sus trazos y direcciones
pero también desde el paisaje que lo conforma
despertando los sentidos de nuestro cuerpo
hacia adentro y hacia afuera
desde un punto que vincule Ciencia y Arte
– por ejemplo – .
No se preconcibe el método cuando las preguntas son tan poderosas que exigen la capacidad de interactuar con distintos campos, visiones y haceres. Exigen dejarse contagiar para romper sesgos. Abrir puntos ciegos, reconocerlos y confiar que permitiendo el diálogo y el contagio se encontrarán nuevas certezas.
La transdisciplina nos sitúa en la vida cotidiana con la complejidad de agencias que la atraviesan.
Referencias
Morin, Edgar (1984), Ciencia con conciencia. Barcelona: Anthropos.
Peñuela Velázquez, Alejandro (2005), La transdisciplinariedad. Más allá de los conceptos, la dialéctica. Andamios vol.1 no.2. Ciudad de México.
Ramírez, Carlos A. (1999), Artículos y ensayúnculos. Medellín: Policopiado por la Cooperativa de Profesores Universidad de Antioquia.